Estamos en la recta final del curso y en el proyecto Euronet 50/50 impulsado por Iraurgi Berritzen y la Mesa de la Energía han hecho muchas cosas.
Este año comenzaron el programa haciendo un recorrido energético por cada centro, es decir, ¿cómo se ilumina y se calienta cada escuela? Después profundizaron en las fuentes de energía. ¿Cuáles son? ¿Cuál es su origen? ¿Qué ventajas y problemas tiene cada uno? Y se dieron cuenta de que tenían que tomar medidas para gasta menos y conocieron problemas como la pobreza energética, que se ha convertido en un mal actual de nuestra sociedad.
Asimismo, se realizó el “SEMÁFORO de los hábitos energéticos” a cada centro participante a partir de las mejoras consideradas como necesarias para cada uno. Este semáforo se encuentra a la vista, colocado en diversas zonas de los colegios y ha servido para reflexionar y medir en tres épocas diferentes las posibles mejoras habidas.
Creen que el juego es otra forma de aprender y en eso pusieron al alumnado al jugar. El de primaria jugó a cartas, pero ¡no unas cartas cualesquiera! Aprovechando la dinámica del juego de los seises, se han comparado consumos energéticos adecuados con otros inadecuados. El fin último de este juego ha sido darse cuenta de que unas buenas costumbres nos llevan a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, pero no así los hábitos inadecuados. Para el alumnado de secundaria se ha preparado un juego digital e interactivo. En este caso, y tomando como base los ODS, han tenido que superar diferentes pruebas y obtener un código oculto para poder abrir el candado final.
Cada centro dispone de una página web con el objetivo de informar del desarrollo de todas estas sesiones. Es una herramienta útil para informar al resto del alumnado y profesorado. ¡También a las familias!
Se acaban de llevar a cabo las últimas actividades, también jugando y repasando por medio de algunas preguntas y pruebas lo aprendido a lo largo del curso. Los juegos se han realizado en cada una de las localidades participantes en el programa y en el caso de Azkoitia y Azpeitia, el alumnado de los diferentes centros escolares ha tenido la oportunidad de juntarse y participar conjuntamente.
Este proyecto ha sido financiado por la Diputación Foral de Gipuzkoa.